Thursday, July 06, 2006

Una Cantina Llamada Galifaje - Invitado Lorgar

¡Por mis barbas! El camino a Rowyster fue más tranquilo de lo que un guerrero enano como yo hubiera deseado. Por momentos parecía que el mundo seguía siendo un lugar tranquilo, los únicos conflictos con los que tuvimos que lidiar fueron aquellos que organizaron los elfos, en donde la Capitana tenía que poner el orden. Claro que yo hubiera podido resolverlo solo, pero mi concepto de justicia de 2 metros con doble filo no le agradó del todo a nuestra capitana, puaj.

Rowyster era realmente un pueblo pequeño cuyo paisaje era la misma nevada cordillera que se ve a lo lejos desde Griffin Fall. Dos avenidas perpendiculares son las principales vías de comunicación y convergen en una plaza principal donde la única atracción es una gran cantina de dos pisos llamada Galifaje. Ese era justamente nuestro destino.

Entre los chistes locales de los elfos entramos al poblado, donde la gente en las calles de tierra nos miraban con asombro. Desmontamos frente a la cantina donde un pequeño niño humano nos dijo que por una moneda cuidaba nuestros caballos. Logan le hizo una sonrisa y le aventó una pequeña moneda de oro (misteriosamente grabado en Drimbnerök, pequeño bribón). Mientras tanto la capitana cruzaba palabras con Miruvore.

“…yo los esperaré aquí afuera, hasta aquí llegan mis órdenes.”

“Muy bien, nosotros entraremos, no creo que vaya a ser muy complicado.” – y para finalizar Miruvore le guiñó el ojo. – “Y no te preocupes, nos llevaremos al molesto enano con nosotros.”

No me dio tiempo de decir palabra, ya habían cruzado la puerta del local y me apresuré a alcanzarlos.

El cambio de luz fue drástico, pero nada que un enano entrenado en las eternas noches de las cavernas de Drimbnerök no pudiera soportar. Adentro, el ambiente no era diferente al de cualquier otra cantina, humanos y otros seres sentados en las mesas con por lo menos una botella de alcohol frente a ellos, repartiendo barajas o fichas y discutiendo entre ellos. A un costado, la barra, de madera fina tallada seguramente por un maestro enano según lo que puedo apreciar.

Miruvore rápidamente se puso a hablar con el cantinero, quien apuntó con un gesto hacia unas cortinas rojas al final del salón, mientras llenaba un gran tarrón de cerveza oscura. Cruzamos el salón, y pasamos tras las cortinas, ahí vimos a un hombre sentado detrás de una mesa, era flaco y muy viejo, le faltaba un brazo y estaba tuerto y lleno de cicatrices, parecía estar compartiendo historias con los hombres que estaban en su mesa. El hombre se calló al vernos entrar y luego se dirigió a nosotros.

“¡Oh, miren! Un grupo de aventureros en esta remota tierra, hace tiempo que no veía una partida de jóvenes en busca de fama.”

“No somos de ese tipo.” – Miruvore se apresuró a decir secamente.

“Ah no, ya veo, puede que no tenga un ojo, pero puedo oler que tienen experiencia. Entonces, ¿Qué es lo que buscan?” – El hombre se inclinó sobre la mesa y nos lanzó una mirada tal, que hizo que los elfos no avanzaran más.

“Buscamos a los Cinco Héroes Legendarios, los Inmortales.” – dijo firmemente Miruvore.

El hombre cambió de rostro y les dijo a sus amigos que mañana seria un buen día para continuar sus historias. Lentamente fueron saliendo del cuarto y se nos invitó a sentarnos mientras nos ponían tres tarrones de cerveza frente a nosotros.

“La casa invita, y aunque no tengo vino élfico, pues es muy escaso por aquí, les aseguro que no lo extrañarán. Vamos, beban.”(Como si el vino élfico fuera la gran cosa) El hombre le dio un gran sorbo a su propio vaso, lo dejó en la mesa con un gesto de satisfacción y continuó. – “Entonces qué desean con los Héroes Legendarios.”

“Como dije, estamos buscándolos. Se está alzando una gran amenaza sobre el mundo y se nos ha encomendado encontrarlos para detenerla.” – Miruvore se encontraba mas serio que de costumbre.

“Y díganme, ¿cómo saben que no están muertos desde hace mucho tiempo? Seguro ni siquiera saben como eran. Mhm, haremos algo, quien saque la mano más baja dice lo que sabe…” – Entonces el viejo agarró un cubilete, lo sacudió un poco y lo azotó contra la mesa.

Miruvore hizo lo mismo sonriendo, los dos levantaron las tapas al mismo tiempo – “¡Rayos!” – dijo el elfo – “Sabemos que los cinco eran humanos, algo muy peculiar en aquella época donde las razas estaban mas mezcladas; además, todos venían de Griffin Fall y eran guerreros, con excepción de uno, que era un clérigo del Dios de la Guerra.”

“¡… Al cuál ya encontramos, ya encontramos a Atei, lo que significa que los demás deben estar vivos!" – Dije golpeando la mesa con mi tarrón.

El hombre cambió de aspecto y se quedó mirando fijamente el líquido amarillento de su bebida. Volvió a sonreír y repitió el movimiento con el cubilete, esta vez él perdió – “Los otros eran Korkuss, el paladín caza dragones, líder del grupo; Tersek, el ranger de bosque; Threk, el montaráz de las montañas; y Pech, el caballero arquero. Y es cierto, a los cinco se les concedió el don de la inmortalidad después de lo que se conoció como la batalla maldita…”

“¡Entonces sabe quiénes son! ¡Díganos cómo encontrarlos y dejemos esta charada!” – apresuré a punto de tomar mi hacha.

En ese momento, con una velocidad impresionante, recibí un tremendo zape de nuestro anfitrión – “¡No me interrumpa jovencito! ¿Qué no tuvo usted educación?..." – Tomó de nuevo el cubilete y repitieron el movimiento y la mano fue de nuevo de Miruvore.

“Como decía, a los cinco se les concedió la inmortalidad y regresaron a Griffin Fall como héroes, sin embargo decidieron separarse poco después y el único que se quedó fue Pech, quién sirvió como militar durante cien años al rey de la capital. Hasta que decidió no seguir peleando y se retiró. Se dice que se fue a un pequeño pueblo donde puso una cantina y ahí ha vivido desde entonces.”

Con estas últimas palabras el hombre levantó la mirada y nos mostró una intrincada sonrisa.

“¡Yey! ¡Perfecto, entonces todo resuelto! ¡Mi señor Pech es todo un gusto conocerlo, vayamos entonces de regreso a Griffin Fall para buscar al tercer inmortal!” – ya estaba Miru parándose cuando recibió un zape que lo sentó de regreso.

“¿No han oído nada de lo que dije? ¡Ese es el problema con ustedes jovencitos! Me fui de Griffin Fall para no pelear más. Esa fue mi decisión en ese momento y sigue siendo la misma ahora, por lo que no pienso ir con ustedes.” – dijo Pech secamente, mientras Miruvore quedaba en silencio.

“¡Pero… debe acompañarnos mease Pech, es necesario, por el bien del continente!” – dije, Logan nos veía incrédulo.

Entonces Miruvore se levantó y salió sin decir palabra. – “No es hora que te escabullas elfo. Mease Pech, usted no entiende, Atei no está en condiciones… debe acompañarnos y verlo por usted mismo… todo el continente será destruido si las siete puertas se abren…” – mis palabras no hacían más que eco en aquel cuarto, era notorio que aquel hombre estaba decidido.

En ese momento Miruvore entró de regreso y la capitana entró detrás de él. Entonces hizo que ella se adelantara un poco más. El rostro del viejo cambió completamente y no pudo apartar la mirada de la capitana. Miruvore aclaró su garganta como para dar un discurso, y dijo – “Puede que usted no desee seguir luchando, pero déjeme decirle que sus hijos están dispuestos a seguir dando la vida por lo mismo en lo que usted creía alguna vez.”

No había entendido nada, de hecho creí por un segundo que el insensato de Miruvore le estaba ofreciendo a la capitana como intercambio, pero de pronto, como un golpe, llegó a mí. Sus rostros, eran tan similares que sin duda eran parientes. La Capitana era descendiente del caballero Pech.

“Tienes el mismo rostro de tu abuela. ¿Cuál es tu nombre hermosa capitana de Griffin Fall?"

“Lídice Avae.” – respondió tímidamente la capitana.

“Así que tu madre continuó la tradición.” – en ese momento Pech volteó a ver a Miruvore. – “Has ganado esta ronda elfo, los ayudaré e iré a Griffin Fall, sin embargo no puedo ir con ustedes en este momento pues debo dejar cosas preparadas aquí antes de irme. ¡Además ustedes no se dirigen a Griffin Fall después de todo!”

“¡¿Cómo?!” – dijimos los tres no humanos al mismo tiempo.

Así fue como Pech nos explicó que Tersek había ido más hacia el éste, hacia un bosque enorme que pertenecía a tres regiones. Era ahí donde debíamos seguir nuestro camino. Salimos de la cantina con las instrucciones a nuestro destino. Montamos nuestros caballos despidiéndonos de la capitana, quién se quedaría para acompañar a mease Pech a Griffin Fall.

Íbamos de salida cuando divisamos una silueta desde el oeste, cuando se acercaba nos dimos cuenta que era una silueta que conocíamos muy bien.

“¡Imhaet!”

Lorgar Crimsonbeard
Guerrero de la primera orden y maestro herrero, Drimbnerök

5 Comments:

Anonymous Anonymous said...

A huevo!!!!
no que no!!!

4:44 PM  
Blogger Korkuss said...

Jajajajajaja, supongo que tiene sentido!

Esta historia cada vez va mejor. Felicidades chicos

5:39 PM  
Blogger The GriFter said...

ok pos yo difrutare de usar esos cubiletes en otra ocacion,por que claro los tome prestados,jajajaajaj

5:42 PM  
Blogger Korkuss said...

O_O

6:15 PM  
Blogger Miruvore said...

Uy! Y esto se pone cada vez mejor!!!

Ahora a ver a quién nos encontramos.

Y no dejen de visitar mi página que ya por fin estará medio regular con las Crónicas... pero versión con Audio Commentary jijijijiji

1:29 PM  

Post a Comment

<< Home