Friday, May 19, 2006

La Huida Interrumpida (cont.)

Un oscuro y llano cielo se extendía frente a mis ojos. Pequeñas estrellas bailaban en la bóveda celeste sin música aparente. El sonido fue ganándole el lugar al silencio rápidamente en una ola de caos y palabras ahogadas en el viento en frases que no lograba estructurar.Una gigantesca sombra cubrió mi visión instantes antes que las palabras que resonaban a lo lejos cobraran sentido.

“¡Imahet, moveros!"

Reaccioné justo antes que un enorme pie de granito color gris me convirtiera en jalea de semielfo. “¡Miru, sal de aquí y llévate al Oráculo a un lugar seguro!” – mi voz se oía entrecortada, la cabeza me dolía y la sangre empezaba a nublarme la vista. Había perdido el conocimiento por un breve momento después de la caída que sufrimos el enano y yo.

Miré a mi alrededor, una gran parte del santuario se encontraba destruido, la mitad del techo había colapsado y la otra mitad amenazaba con seguir sus pasos. Los dos golems seguían de pie y no mostraban ningún cambio en sus deseos de matar, aplastar, destruir a los profanadores del sagrado recinto.

“¡Por la gloria de Kazha-Bur, prueben el filo de mi hacha engendros de la magia!” – Lorgar vociferó en un temible grito de batalla mientras se lanzaba, hacha en mano, contra el golem más cercano a él. Saqué la espada, estaba rota. ¡La espada del Capitán del Ejército de la Oscuridad rota por una caída!, guardé la empuñadura y voltee hacia arriba para encontrarme la cara del monstruo ese – “No fue por una simple espada que me convertí en comandante de un ejército de semielfos.” – pensé para mis adentros. Tomé mis firlags (una especie de picos sujetados por un mango) y salté hacía adelante.

Escalé por las pequeñas grietas en la piedra, hasta la cabeza del primer golem en el momento justo en que Lorgar logró colocar al segundo en posición, el resto fue historia para aquellas estatuas sin mente.

El segundo golem, al verme tan cerca de él no resistió en lanzar un golpe con todas sus fuerzas en mi dirección. Mala fue su suerte cuando yo, habiendo anticipado su movimiento, brinqué hacia el suelo ocasionando que el golpe diera justo en la nuca del primero, rompiéndola en miles de fragmentos de granito que volaron en todas direcciones; en ese momento mi querido enano logró conectar y desquebrajar de un certero hachazo al descuidado monstruo causando que perdiera el balance y ambos cayeran estrepitosamente a la fosa en medio de la cámara provocando la inminente destrucción de ambos.

“Muy bien hecho Lorgar" - dije mientras recuperaba el aliento.

“No son necesarias las felicitaciones mi querido Imhaet, ese monstruo sabía que no tenía oportunidad contra el filo de mi acero.” – el enano estaba satisfecho con su victoria.

Nos dirigimos al único corredor por donde podíamos salir tan rápido como pudimos, no nos detuvimos a mirar atrás, un doblez a la derecha en la última esquina y saldríamos de ahí sin más contratiempos. Me aferraba al mapa mental que había hecho la primera vez que entré al Templo mientras urgía por la salida ya a unos cuantos metros de nosotros.

Sin embargo, en el último giro nos detuvimos en seco. Unos doscientos fieles vestidos de rojo con adornos flameantes en sus túnicas nos cerraban el paso. No dejarían que saliéremos de ahí con vida.

...

Icn Imhaet

5 Comments:

Blogger Selara Majere said...

gracias ha estado genial el capitulo em salvo de volverme loca de aburrimiento

9:19 AM  
Blogger Pech said...

ehhhhh

Por fin regresan kas aventuras semanales!!!!ç
Narrado con excelencia.
Un abrazo

9:21 AM  
Blogger Korkuss said...

Y esto se pone cada vez mejor, enhorabuena amigo...

9:25 AM  
Anonymous Anonymous said...

JAJAJAJAJA TOMEN ESO LOMAS CAMINANTES...!!!!!

NINGUN GOLEM PUEDE CONTRA IMHAET Y LORGAR, NINGUNO!!!!

HE DICHO...

7:49 PM  
Blogger Korkuss said...

Pues el Golem que escribe este blog a lo mejor si les puede hacer algo maese enano...

9:14 AM  

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