Thursday, June 15, 2006

El Paso a Seguir - Invitado Miruvore

Con el silencio vino una oscuridad descorazonadora, durante unos instantes que se me antojaron eternos no pasó nada hasta que una onda de sonido resquebrajó el cielo; fuego, sangre… caos. Incapaz de mover un sólo músculo o de dejar de mirar la escena, nada hacía el menor sentido, salvo el amargo conocimiento de saber que ante mí estaba el fin del mundo. Un último relámpago iluminó el firmamento y sólo entonces pude verlos, cinco majestuosas siluetas se alzaban en el horizonte, cinco figuras que pacientes esperaban una señal; no sé si para salvar al mundo… o para destruirlo.

Y entonces… desperté.

Uy, ya pasó una semana desde que aquél sueño rarito que tuve frente a la ventana del salón, una semana desde que Imh se enojó con Atei y se fue. ¡Ash! ¿Cómo por qué no me dejaron ir detrás de él? ¡Ni siquiera sabemos si sigue en la ciudad!

A ver Miruvore, piensa. ¿Dónde estarías tú si fueras Imhaet? Mmmm, pues obvio, estaría conmigo, porque la verdad me metí a esta aventura porque él me engatuzó en primer lugar. ¡Yo estaba de vacaciones! De haber sabido me hubiera quedado tranquilito en mi Bosque Argento, lleno de elfitas, y frutas y…

Bueno, el punto no era ese.

Hace unas horas el Rey Loren II nos mandó llamar, así que el Enano, Logan y yo, (sin el Tonto) nos sentamos a comer con él para discutir el rumbo de nuestra misión.

Con todo y que Lorgar había tomado una actitud más seria y estirada desde que Imh nos dejó, no pudo evitar devorarse los manjares que nos sirvieron, ya saben, un enano hambriento no es buena idea: también alcancé a ver que mi amigo Logan estaba guardando algunas piezas de la platería, seguro que las quiere para pulirlas después.

- “Espero que aún sin Mease Imhaet ustedes estén dispuestos a seguir con esta misión tan importante.” – dijo el Rey sin tocar su comida, no sé por qué si estaba buenísima, pero parecía mucho más interesado en la hermosa flecha dorada que sostenía entre sus dedos, acariciándola con aire ausente, me pregunto si será algún tipo de pista.

El Enano se puso otra vez todo solemne, limpió su barba y sacando a relucir sus cortas habilidades diplomáticas se limitó a preguntar:

- “Mi Señor, ¿ha habido noticias del paradero de Imhaet?”

- “Mease enano, no podemos darnos el lujo de esperar a Imhaet, tal vez no regrese y podría apostar que esta a medio camino de regreso a su tierra, en realidad no lo culpo”.

- “Pues mientras haya una buena paga yo…” – creo que mi buen amigo Logan no contaba con el codo del Enano que se clavaba contra sus costillas, eso o más bien le gustan las pausas dramáticas, no lo sé.

- “Por supuesto” – respondió el rey.

- “En ese caso yo también voy. ¡Que no se diga que un enano no puede seguirle el paso a un elfo delicado!” – dijo Lorgar balanceando su hacha.

- “¿Y que hay de usted Miruvore?” -

El comentario me tomó por sorpresa, es más, casi se me atora un huesito de pollo en la garganta, el Rey se inclinó hacia delante dejando la peculiar flecha sobre la mesa, como esperando mi respuesta. Yo sólo pude asentir con la cabeza. El Rey se mostró complacido aunque aún tengo la duda si se reía conmigo, o de mí. El caso es que nos dijo:

- “Sea, los preparativos del viaje están casi listos, sólo resta esperar direcciones del Gran Atei, claro tenemos que aguardar un poco a que termine de recuperar su energía. También debo comentarles que he dispuesto que uno de mis lugartenientes vaya con ustedes”. -

Ah no, eso sí que no, yo no estaba dispuesto a aceptar a un perfecto desconocido nada más porque sí. Ya iba yo a protestar cuando los guardias reales entraron escoltando al capitán en cuestión.

Y si no tuviera yo tan buenos huesos seguro que se me desprende la quijada hasta el suelo. Entró por la puerta una humana como no había visto otra, tenía un porte que varias elfas que conozco envidiarían y una belleza arrebatadora que hacía un contraste único con su mirada feroz mientras su hermoso cabello castaño rojizo se asomaba incontrolable debajo del paño que traía amarrado en su cabeza; arco al hombro y espada a la cintura; su armadura, aunque completa, permitía ver sus bellos atributos físicos…

Creo que estoy enamorado...

Miru.

3 Comments:

Blogger Korkuss said...

Miruvore escribiendo?? Ahora sí ya lo vi todo.

Bueno elfo, a ver qué sucede ahora.

9:44 AM  
Anonymous Anonymous said...

amigo tengo que decirle algo creo que yo tambien estoy enamorado de......ah no verdad???....jejejejejeejejej,se va a tomar su cerveza?

12:08 PM  
Blogger Miruvore said...

Cuál, la que te acabas de tomar tú?

¬¬

Jejejeje

1:38 PM  

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