Thursday, June 01, 2006

Una Noche con Luna

El viaje de regreso a Griffin Fall fue un descanso para todos nosotros. La vegetación se volvía más prominente y el desierto se fue quedando atrás mientras avanzábamos al oeste. Pronto las piedras y arena fueron sustituidas por pequeñas hierbas que, a su vez, dieron paso majestuosos árboles mas altos que una casa.

Yo guiaba la pequeña carroza que habíamos conseguido en uno de los pequeños pueblos esparcidos por casi todo el continente. Icn ERuKní (Atei), fue atrás todo el trayecto; casi no dijo palabra, sólo se limitaba a ver por la ventana cuando no estaba dormitando o tratando de ingerir alguno de los alimentos que le dábamos. Me pregunto como pudo haber sobrevivido tanto tiempo dentro de esa armadura.

Acampábamos a las afueras de los poblados para evitar a los curiosos y los elfos se encargaban de las provisiones. Lorgar no dejó de tratar de animar al clérigo contándole las fantásticas historias de sus antepasados, sin embargo el rostro del héroe legendario casi no mostró cambio alguno.

Las únicas vez que conversamos fue una noche, casi a mitad de camino. Los elfos habían preparado una fogata en un pequeño claro a unas horas de Risen. La luna tenía un tinte rojizo mientras nacía del lejano horizonte.

“La luna tiene sangre esta noche.” – murmulló Atei para sí mismo, y luego volteo hacia mí – “¿Cuánto falta para que llegemos a Griffin Fall mease Imhaet?”

“Cuatro días y tres noches mi señor” – respondí sin saber bien que decir – “Hemos avanzado por veredas secundarias tratando de permanecer alejados del camino principal; seguramente nos estarán buscando.”

El clérigo no dijo nada, solo se limitó a asentir con la cabeza para regresar a su impávida postura. Uno podría pensar que después de tanto tiempo encerrado estaría muy molesto, pero si es así, no lo demuestra. ¿Cuánto tiempo habrá pasado ahí? ¿Cuál fue la razón de su encierro?...

Como si estuviera leyendo mi mente, Atei empezó a hablar.

“Ciento setenta años aproximadamente y no hubo un solo día que pudiera ver la luz del sol.” – su voz era triste pero firme, sin embargo parecía no estar hablando con nosotros, sino que solamente decía las palabras en voz alta para reconfortarse a sí mismo. – “No quería yo que las cosas llegaran a ese punto, es por eso que me refugié en Miracus, pero ellos no dejarían que me fuera de nuevo, por eso me encerraron y me dejaron ahí, su avaricia los cegó y yo perdí mi libertad.”

Me quedé callado, no sabía que decir, lo único que pude hacer fue ayudarlo a llegar a la carroza y dejarlo descansar. Regresé y apagué el fuego con un poco de agua; les encargué a los elfos la primera guardia y fui a recostarme, sin embargo no pude cerrar los ojos en toda la noche.

Icn Imhaet

4 Comments:

Blogger Selara Majere said...

y no el van a preder fuego al templo despues de loq ue le hicieron a ATEI????

6:25 AM  
Blogger Korkuss said...

Oye, doble felicitación, no sólo por el buen capítulo, si no por el cumplimiento puntual de tus publicaciones.

Muy bien señor.

9:07 AM  
Blogger El extranjero said...

200 clerigos +"1 economomia" (no sabia q hubieran de esas)


como de a 50 por cabeza

VAMOS NO?????


GRRRRRRRR!!!!

LORGAR, DESCONCERTADO POR LAS SUBESPECIES DE MOMIA, QUE MELLO!!! (al elfo, a mi nada me da miedo)

10:09 PM  
Anonymous Anonymous said...

jojoojo!!
vamos mejorando. un abrazo
bien narrado.

2:47 PM  

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